martes, 4 de septiembre de 2012

Un cuento NO de hadas (10.09.2007)

Soy una persona bastante tranquila y creo que a veces demasiado. Quisiera ser más libre o más espontánea... pero muchas veces me freno por vergüenza.

Soy muy amistosa y me encanta conversar con personas de distintas partes... aunque es una contradicción el decir que soy de pocas palabras.

Por lo general al conocer a alguien, según las sensaciones que me entrega la persona es como lo recepto y se cómo es... es como mi sexto sentido, creo que no me he equivocado (Hasta ahora).

Me gusta mucho compartir con personas, sobre todo con mi familia, son demasiado importantes para mí, es por eso que trato de incluirlos en todo lo que hago. En eso me parezco a mi madre...  me gusta que todos los pollitos estén juntos.

He sido extremadamente paciente, aunque al parecer con los años he ido perdiendo la paciencia. Sobre todo cuando se trata de algo que quiero para mí.

No soy muy exigente y no pido cosas materiales. C reo demasiado en las personas y es por eso que doy tantas oportunidades, aunque si siento que me traicionan corto de raíz y no vuelvo atrás.

He amado una sola vez y aunque siempre soñé que sería para siempre, idealicé a mi príncipe azul y viví  en un cuento que dista mucho de la realidad. Hoy abrí  los ojos y me di  contra el suelo.

Esta es mi historia y te la cuento vista desde mis ojos, sentida desde mis sentimientos, vivida desde mí ser y comienza así...


                                                           
                                                               C a p í t u l o     I
 
Tenía yo 21 años y mi  vida corría tranquila. Muchos amigos, muchas salidas y varios pololos en mi lista, claro que nada serio... nunca!!!... había decidido jamás sufrir por amor... así que nada de enamorarme y hasta ahora había resultado.

Un día como tantos otros me asomo a mi balcón, cuál princesa espera a su príncipe azul, y lo vi.... tan serio... tan distinto al resto... tan perfecto... pero difícil de alcanzar. Lo miré discretamente y nada, volví  a mi casa.

Yo en esos entonces tenía una relación bastante extraña, pero mi interés por aquel muchacho debió notarse porque mi pololo comenzó a ponerse celoso de alguien que ni siquiera sabía su nombre.

No recuerdo cómo ni cuándo comenzó todo con mi príncipe azul, pero ahí supe que el amor había tocado mi corazón y por primera vez en mi vida soñé con casarme, tener hijos y vivir feliz como una perdiz.

Nuestros días pasaban en la más absoluta calma, conversábamos mucho, salíamos, caminábamos de la mano, nos reíamos mucho y a él le encantaba hacerme reír. Nos prometimos que jamás nos iríamos a dormir enojados y siempre arreglábamos las cosas antes de despedirnos. Nos amábamos y se notaba, ya que la envidia comenzó a caer sobre nosotros sin darnos cuenta.

Era tanto mi amor que me entregué en cuerpo y alma... pero algo inexplicable pasó (aún no lo entiendo)... el, simplemente se fue... sin más explicación... mi sueño se derrumbó sin una respuesta que acallara mis dudas.

El, ya no venía por mí... pero yo lo seguía viendo cuando se iba por ahí con los que alguna vez se llamaron mis amigos... mi corazón se destrozó y creí que jamás lo superaría... y... jamás lo superé!!!


                                                                      C a p í t u l o   I I

Pasaban los años y la herida seguía aún abierta. Ya no por el abandono, si no por nunca haber sabido el porqué. Imaginaba casuales encuentros en dónde yo vengaba aquel dolor y le devolvía todo mi sufrimiento, pero nunca sucedió.

Un día cualquiera en que yo paseaba por el centro, alegremente, disfrutando de un buen día con mis compañeras de Instituto y comiendo un rico pan recién salido del horno, siento un tirón en mi brazo que me hace voltear y al mirar el rostro de aquel personaje, todos los recuerdos dolorosos pasaron por mi mente y sentí mi corazón cómo se destrozaba nuevamente.  Era el, con su buena intención de saludarme... el solo verlo, hizo que, en mí, el hermoso sol  se apagara... sentí como si una sola nube descargara toda su agua sobre mí y ese día volví a llorar.

Volví a saber de el varias veces más y yo con la ilusión de que volviera a mi lado, pero la última noticia fue lapidaria... el… se había casado!!!

Toda posibilidad era nula... había que cerrar el círculo!!!

Pero el no saber porque me había dejado... mantenía viva la herida.

Seguí con mi vida.

 

 

                                                                  C a p í t u l o   I I I
 
La vida continua y los dolores se mitigan... aunque no se olvidan.

Creyendo yo mi vida resuelta y disfrutando al máximo las bondades de un buen trabajo, una soltería feliz y un buen grupo de amigos listos y dispuestos a pasarlo bien en todo momento, continué trazando mi futuro  lleno de salidas, risas, amores fugaces y muchas fiestas... Así es sencillo vivir, sin mayor preocupación que hacer bien tu trabajo y mantenerte en él.

Llegó un fin de semana en el que curiosamente no tenía nada que hacer, me encontraba tendida en mi cama sin ningún plan, dormitando a ratos, viendo TV en otros. Así transcurría una tarde de verano hasta que suena el teléfono... RING!!!! (El teléfono realmente no suena así)... RING!!!... perezosamente contesto y escucho por el auricular esa voz... esa voz que sonaba en mis sueños... esa voz que tantos años atrás me sacaba suspiros... esa voz que extrañamente no pregunta por mí, sino que por mi hermana... no tuve que preguntar de parte de quien, ya que a pesar de los años pasados lo reconocí enseguida.  Creo que él se perturbó cuando le contesté que ella no estaba...pensó que me estaba negando (mi nombre y el de mi hermana son muy parecidos  y confundió los nombres).  Aclarado el enredo, conversamos por un largo rato y el me invitó a salir... acepté de inmediato... era la oportunidad de saber el porqué del abandono y finalmente cerrar una etapa dolorosa en mi vida.

Llegaba la noche y yo me había probado mil tenidas distintas, no sabía cómo vestirme... los nervios me comían... y las preguntas no dejaban de entrar en mi cabeza... volví a recordar lo eventos antiguos para tratar de encontrar las respuestas que por tan largos años me atosigaban... ya no importaba descubrirlo... me encontraría con él y no me despediría sino hasta después que me contara todo lo que había pasado... esta noche finalmente se acabaría todo!!!
 
Llegó la hora del encuentro y entre los nervios lo vi, lo miré a los ojos y supe que a pesar del tiempo, que a pesar del dolor, que a pesar de que el tuviese su vida hecha, yo... lo seguía amando!!!

Nos fuimos a un bar, lugar nada propicio si lo que quieres es conversar. Pero ahí estábamos, nuevamente frente a frente, mirándolo a los ojos y viendo en que momento podría lanzarle mi arsenal de preguntas. Conversamos de todo, de su vida, de mi vida, de su trabajo y el mío... y del tema que me llevaba a ese encuentro... Nada!!!

Pasaban las horas entre música, silencios, humo, risas y... del tema importante nada. Ya era hora de regresar y jamás encontré la oportunidad de hablar hasta que, al despedirnos, me tomó entre sus brazos y sentí sus labios sobre los míos... esos labios tibios que me hicieron recordar todo lo bueno que pasamos juntos... todo lo bueno que yo quería olvidar porque tenía que odiarlo con todo mi corazón, odiarlo por dejarme, odiarlo por ni siquiera despedirse, odiarlo porque no quería reconocer que seguía amándolo, que seguía siendo suya y que no me importaba nada más que sentirme nuevamente en sus brazos.

Nunca supe lo que pasó, nuca supe que hizo que se distanciara de mí, creo que nunca llegaré a saberlo... y... ya no importa.... hoy, pienso no volver a dejarlo escapar!!!!



                                                              C a p í t u l o   I V


Desde aquel  encuentro... según yo aclaratorio... no volvimos a separarnos!!!

Fueron tantas nuestras ansias de entregarnos la vida, que en poco tiempo ya estábamos formando nuestro hogar, con muchos sueños, muchos ideales, muchas metas trazadas y por sobre todo... mucho amor. Y no nos importó nada, éramos nosotros contra el mundo defendiendo... nuestro amor. Y así pasaron los años y el tiempo parecía darnos la razón, la gente que estaba en nuestra contra ya aceptaba nuestra unión.

Yo, por decisión propia decidí abandonarme a él ... no importaban mis sueños, ni todo lo que había querido para mí, no importaban mis amistades, ni siquiera importaba yo. Lo único que importaba era que el fuera feliz... tarea titánica!!!

Ya no importaba que yo hubiese dejado todo atrás, no importaba nada... ya que nada de lo que hiciera podía hacerlo feliz. No importaba cuanto me esforzara o cuánto me había esforzado ya... él ya lo tenía resuelto!!!

Esa noche... hicimos el amor como nunca, no cabía tanta dicha en mí. Después de tanto pensar al fin nos encontrábamos, nos dijimos muchas cosas, conversamos como nunca antes lo habíamos hecho, nos amamos como jamás volvimos a hacerlo... toda la confianza perdida volvía a mi vida y sentí que de ahora en adelante nuestra vida cambiaría.

No me equivoqué!!!... nuestra vida cambió drásticamente, ya que antes de que llegara al alba... mi gran amor, mi príncipe,  me exigía que tomara mis cosas y me alejara de su vida.

Nuevamente la herida se abrió... y yo sin saber que tan mala había sido, sin entender cuál era mi gran error, sin lograr comprender que nada de lo entregado sirviera... no entendía nada!!!.

El piso se desvaneció bajo mis pies y caí... caí en un pozo profundo... caí en la más densa oscuridad... mi corazón se destrozaba, mi vida se volvía nada... seguí cayendo, caí en la más profunda tristeza, ya no quedaban más lagrimas que llorar, no quedaban más suspiros, ya no me quedaba nada... mis ojos se volvieron grises y mi mirada... mi mirada, ya no decía nada!!!  


 
                                                                    C a p í t u l o    V


Parece que el dolor te va a matar y que jamás dejarás de sufrir.

No es así… y la experiencia me ha hecho entender que para poder olvidar, hay que botar toda la pena, el rencor, el odio y dejar que lo malo fluya, fluya en su cauce normal… lento y doloroso… lento y angustioso… pero sobre todo… el dolor pasa muy lento.

Y si no pasa, hay que tomar fuerzas de cualquier parte, de cualquier persona que quiera tenderte la mano, de cualquier persona que quiera ofrecerte su cariño, de cualquier persona en quien confíes o estés comenzando a confiar.  Y debes agarrarte con dientes y uñas a esas personas para poder comenzar a salir del hoyo en que estás hundida… muchas veces vuelves a caer, pero ahí están ellos (Padres, hermanos, familia, antiguos y nuevos amigos) para apoyarte y para ayudarte a seguir adelante.
  
Así fue…  inmersa en mi dolor conocí un mundo nuevo, un mundo del que poco conocía, un mundo muy extraño… el mundo virtual!!!.  Comencé de a poco, muy sigilosamente, solo leyendo, sin participar activamente, hasta que me lancé. 

Tuve la suerte de conocer distintos tipo de personas y de lados muy diversos del mundo, y así comenzaron a pasar mis días. Ya no estaba sola contra el mundo, habían nuevos amigos que aunque no estaban presente físicamente, estaban allí dándome su apoyo.  Ellos me entendían, me apoyaban, me aconsejaban y me ayudaban a ir dejando atrás las lágrimas.

Siempre hay personas más especiales que otras y aquí no fue la excepción. Comencé una amistad más cerrada con un hombre algo mayor que yo. Nos hablábamos a diario y me escuchaba(me leía) con atención , no me censuraba, me daba fuerzas cada vez que yo decaía. Sin el saberlo, con todo ese tiempo virtual que me dedicó yo comencé a pararme distinto frente a la vida, frente a mi vida, esa vida que había anulado completamente bajo las lágrimas.  Ya no lloraba, comencé a dormir, a comer normalmente, volví a ver al sol en todo su resplandor, volví a salir de la casa y empecé a interactuar con la gente de mí alrededor. Aunque la presencia de este señor(para mi) era un pilar demasiado importante, el pilar que me ayudaba a estar en pie… la persona a la que yo me aferré casi enfermizamente, me dejó.
 
El Mago de Oz desapareció de la Red, así sin más , sin ninguna explicación, sin saber yo el porqué de su ida… al igual que lo hizo mi príncipe azul hace años atrás.  La diferencia???… yo estaba lo suficientemente fuerte para seguir adelante, aunque lo extrañé no me inmovilizó su ausencia.



                                                                   C a p í t u l o   V I 

Ya decidida a caminar mi vida con pie firme, comencé a preparar mi nueva aventura.  Aventura que me llevaría lejos de mi país, lejos de mi familia, lejos de mis amigos y por sobre todo… lejos de la posibilidad de volver a caer en los brazos de mi amor.

Ese Amor que lo único que quería era mantenerme lejos de su vida y yo en mi obstinación, me negaba a darle su tan ansiada libertad.  Esta era la oportunidad que tenía para tratar de reconstruir mi vida, lejos de él, lejos de todo y de todos a quienes amaba.