viernes, 24 de abril de 2015

Y se fundieron en un suave abrazo de despedida.  Muchas cosas pasaban por su mente y hasta ese momento no sabía que también necesitaba de ese abrazo…  Ese abrazo suave pero fuerte a la vez.
Sintió la proximidad de su cuerpo, sus manos acariciándole la espalda, la respiración en su pelo y sintió la necesidad de correr de ahí… pero no pudo hacerlo.   Lo abrazó con tal esmero que el reaccionó besando suavemente su cuello.
 
Ese abrazo duró mucho tiempo…si ella no corría ahora… cedería a sus deseos, a lo que su mente y su cuerpo le pedía.  Se separó de él sin mirarlo a los ojos, besó su mejilla y caminó hasta su auto pensando que era lo mejor…   tenía que salir rápido de ahí.
 
Antes de subir al auto, él la toma del brazo, la voltea y quedan frente a frente. Vuelve a abrazarla, pero esta vez con fuerza… no la dejaría ir.  Sus labios buscaron sus besos y la pasión se encendió.  
                                               
El, con su cuerpo, la aprisionaba contra el auto mientras exigía su lengua.  Ella sintió la presión de ese cuerpo fuerte y se entregó a los besos, besos que aumentaban la presión que casi los fundía en uno… sintió la presión del sexo erecto que quería su cuerpo y ya no hubo resistencia.
 
Las manos de él se abrieron paso por debajo de su blusa, apoderándose de sus senos… y las manos de ella bajaron hasta el pantalón para apoderarse de lo que pertenecía. Mientras el desabrochaba su sostén y ella luchaba con el cinturón seguían unidos por sus bocas.
 
No era el lugar más adecuado… pero a ellos no les importó… la oscuridad de la noche fue su cómplice compañera. 





20 de Marzo de 2015.-

miércoles, 22 de abril de 2015

Segunda cita - Silvio Rodriguez



Segunda Cita  



Quisiera enmendar los comienzos
De todas las brumas.
Quisiera empezar cada lienzo
Con mejor fortuna.

Quisiera pegarme unas alas
Y en una cornisa
Soplar una dulce balada
Que esparza la brisa.

Quisiera viajar al pasado
De cierta muchacha
Que andaba de noche El Vedado,
Liviana y borracha.

Quisiera posarme en su vida
Y allí convencerla,
Para que con menos heridas
Hoy pudiera verla.

El dolor que no curen los ángeles
Ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
Sólo el viento la puede saber.

Quisiera ir al punto naciente
De aquella ofensiva
Que hundió con un puño impotente
Tanta iniciativa.

Quisiera ir allí con las cruces
Del tiempo perdido
Y hacer un camino de luces,
Sin odio ni olvido.

El dolor que no curen los ángeles
Ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
Sólo el viento la puede saber (Repetir)
 

Quisiera dar vuelta a la rueda
Que para en lo mismo:
Un simple mortal que se juega
Abismo y abismo.

Y, antes de darle al perchero
Mis alas de atrezo,
Quisiera dejar como fuero
Certeza y progreso.

El dolor que no curen los ángeles
Ojalá que no pueda volver.
La canción que no canten los ángeles
Sólo el viento la puede saber (Repetir)