Y se fundieron en un suave abrazo de despedida. Muchas
cosas pasaban por su mente y hasta ese momento no sabía que también necesitaba de
ese abrazo… Ese abrazo suave pero fuerte a la vez.
Sintió la proximidad de su cuerpo, sus manos acariciándole
la espalda, la respiración en su pelo y sintió la necesidad de correr de ahí…
pero no pudo hacerlo. Lo abrazó con tal
esmero que el reaccionó besando suavemente su cuello.
Ese abrazo duró mucho tiempo…si ella no corría ahora…
cedería a sus deseos, a lo que su mente y su cuerpo le pedía. Se separó de él sin mirarlo a los ojos, besó su mejilla y
caminó hasta su auto pensando que era lo mejor… tenía que salir rápido de ahí.
Antes de subir al auto, él la toma del brazo, la voltea y
quedan frente a frente. Vuelve a abrazarla, pero esta vez con fuerza… no la
dejaría ir. Sus labios buscaron sus besos y la pasión se encendió.
El, con su cuerpo, la aprisionaba contra el auto mientras exigía su lengua. Ella sintió la presión de ese cuerpo fuerte y se entregó a los besos, besos que aumentaban la presión que casi los fundía en uno… sintió la presión del sexo erecto que quería su cuerpo y ya no hubo resistencia.
El, con su cuerpo, la aprisionaba contra el auto mientras exigía su lengua. Ella sintió la presión de ese cuerpo fuerte y se entregó a los besos, besos que aumentaban la presión que casi los fundía en uno… sintió la presión del sexo erecto que quería su cuerpo y ya no hubo resistencia.
Las manos de él se abrieron paso por debajo de su blusa,
apoderándose de sus senos… y las manos de ella bajaron hasta el pantalón para
apoderarse de lo que pertenecía. Mientras el desabrochaba su sostén y ella
luchaba con el cinturón seguían unidos por sus bocas.
No era el lugar más adecuado… pero a ellos no les importó…
la oscuridad de la noche fue su cómplice compañera.
20 de Marzo de 2015.-